Pinamar (c).- La presidenta de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastrónómica de esta ciudad, Diana Lía Fruniz, utilizó la Banca del Vecino el miércoles último, para dejar constancia sobre la postura que tiene la entidad entorno a cómo se construye el Código Tributario de Pinamar. La contundente carta de la dirigente empresaria se manifiesta en los siguientes términos: Señores Concejales, autoridades en general y vecinos de la ciudad de Pinamar mi nombre es Diana Lía Fruniz actual Presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Pinamar, resido en esta ciudad desde hace más de 20 años, soy propietaria de la Hostería Sirena de Valeria del mar. Nos encontramos discutiendo el Proyecto de Presupuesto para el ejercicio fiscal 2014 y las reformas al Código Tributario. En el Proyecto de Presupuesto, que el Ejecutivo hoy somete a consideración, se plasman los gastos previstos para el próximo ejercicio y como contrapartida se establecen los recursos necesarios para sostenerlos. Es la Ley fundamental ya que el gobierno solo podrá hacer lo que esté presupuestado. Los recursos municipales provienen fundamentalmente de dos fuentes, los fondos recibidos por la coparticipación y las tasas que pagamos los vecinos que deben corresponder a una efectiva prestación del servicio. Es importante hacer notar que nuestra Asociación en reiteradas oportunidades ha solicitado formalmente al Ejecutivo y al Concejo que respeten el principio de transparencia presupuestaria. Es decir que faciliten a los vecinos la comprensión de los conceptos y las cifras del Presupuesto. No alcanza con publicar el Proyecto, es necesario que cualquiera de nosotros pueda entender con detalle que tendremos que pagar y en que se va a gastar, sin que para ello debamos ser técnicos. En Julio de 2013, frente a las modificaciones efectuadas en la tasa de servicios urbanos o sea la tasa aplicada a los inmuebles, enviamos una nota al Intendente con copia al Concejo en la que pedimos algunos datos que son información pública y nunca nos respondieron. Preguntamos qué cantidad de partidas hay en el padrón de la Tasa de Servicios Urbanos, el monto global de la emisión, la cantidad de boletas emitidas y lo efectivamente recaudado. En mayo también consultamos por el contrato suscripto con la empresa encargada del manejo de los residuos. Queríamos saber, ya que el 27 de mayo este Concejo dijo textualmente que se “generó una serie de argumentos en los que se aclararon los incumplimientos de Covelia, así como el hecho de que el Municipio gasta en suplirlos” Antes, a principios de enero de 2013 remitimos otra nota al Intendente y a este Concejo pidiendo que nos aclararan cual era la metodología utilizada para calcular el total de tributos que debíamos pagar. También preguntamos si se habían analizado los efectos económicos de los mismos y la distribución de la carga tributaria. Nunca obtuvimos ninguna respuesta. La evolución de lo presupuestado a través de los últimos tres años nos muestra que todos los años crece la presión tributaria en términos relativos. Es decir cada vez se pide a los vecinos que hagan más esfuerzo y que paguen más. Sin embargo, mientras tanto las autoridades nacionales y provinciales anuncian públicamente que han aumentado las transferencias que les envían a los municipios por coparticipación. O sea, el municipio recibe mucho más de coparticipación e igualmente continua aumentando los tributos propios. La pregunta es: ¿Estamos gastando eficientemente? ¿Recibimos más y mejores servicios año a año? Por eso, ofrecimos nuestra colaboración para crear una Oficina de Presupuesto Público en el Concejo Deliberante. De esta forma se puede hacer un estudio más exhaustivo de los recursos que se necesitan y a que se destinan. También se puede hacer un seguimiento del cumplimiento de las metas presupuestarias. Aprovechamos esta oportunidad para reiterar nuestro ofrecimiento y destacar la necesidad de la creación de esta Oficina. Sinceramente estamos muy preocupados. Notamos que no solamente aumenta el módulo de 4 a 4,80 para este año. Además hay modificaciones en otros aspectos que hacen más gravosos otros conceptos. Por ejemplo, en la tasa por seguridad del artículo 119 se aumentan los porcentajes y se fijan mínimos más altos. De 700 módulos en algunos casos. Esta tasa es una tasa mal diseñada ya que se calcula con la suma de porcentajes aplicados a otras tasas. Entonces, cualquier aumento se potencia por que surte un efecto de cascada. La tasa de Seguridad e Higiene no debería calcularse sobre los Ingresos brutos del contribuyente, debido a que no guarda relación con el costo del servicio efectivamente prestado. En la actualidad se está cuestionando este tipo de tasas, que por otra parte la pagan los comercios habilitados, y todos sabemos de la existencia de comercios sin habilitación, que genere entre los comerciantes, una competencia desleal. Quisiera saber si alguien me puede contestar cuanto pagará un sector determinado para mantener la seguridad. Por ejemplo, ¿alguien sabe o calculó cuanto deberá pagar el sector gastronómico en su conjunto? ¿Paga más o menos que el sector hotelero? ¿Paga más o menos que la sumatoria de los comercios minoristas? Seguramente nadie puede contestar estas simples preguntas que corresponden a una sana planificación tributaria. Esto es lo realmente grave. El Estado municipal modifica el Código Tributario al tanteo y no sabe con certeza como hacerlo. Además, debe tenerse en cuenta que el sistema tributario local está compuesto por un elenco de tasas. Es un error considerar a las tasas en forma aislada como si operaran individualmente. Es necesario analizar qué impacto tienen el conjunto de tasas aplicadas a un sector. Las tasas deben tener una estrecha relación con los servicios que se prestan efectivamente. Si no lo tiene dejan de ser tasas y se transforman en impuestos que colisionan con los límites puestos por el sistema federal. Justamente, los fondos que el municipio recibe de la Provincia y de la Nación por Coparticipación son para financiar aquellas acciones que no deben ni pueden ser financiadas con las tasas. Por ejemplo, el centro de monitoreo debería ser financiado con los fondos de la coparticipación ya que se trata de un servicio indivisible. En cambio, se creó una nueva tasa en el artículo 122 bis. Este proceder no es correcto. Si se quería asegurar el financiamiento del centro de monitoreo bastaba con hacer una asignación específica de una porción de las transferencias automáticas recibidas de los otros niveles de gobierno. Además, una vez más se ata una tasa a otra y de esa forma se la desvincula del costo del servicio. En este caso la nueva tasa, que en realidad es un impuesto, es del 3% sobre la tasa de servicios urbanos. Es decir, si sube la tasa de servicios urbanos automáticamente sube la relacionada con el SICU aunque no haya aumentado el costo del servicio y viceversa. Justamente, la tasa de servicios urbanos no debería ser utilizada como parámetro para nada ya que es una tasa que se encuentra fuertemente cuestionada. Ello es así porque en vez de utilizar para el cálculo de la base imponible la valuación fiscal utiliza el honorario del Colegio de Arquitectos que no tiene nada que ver ni con el servicio ni con el valor catastral. Somos el único municipio del país que calcula así la tasa. Es tal la inconsistencia que, si mantenemos este criterio, y en el futuro los arquitectos deciden trabajar gratis todos los vecinos de Pinamar no pagaríamos más esta tasa. No obstante, quiero resaltar que se insiste con esta forma de cálculo y como los arquitectos aumentaron sus honorarios a nosotros nos aumentó la tasa. En definitiva, todo el Presupuesto en su conjunto, y en especial los recursos, nos generan más dudas que certezas. Con especial referencia al sector gastronómico y hotelero que represento debo resaltar, una vez más, que la actividad turística debe ser asimilada a una industria sin chimeneas, lo que implica reconocer su efecto multiplicador que impacta en el desarrollo local. Considero que resulta indispensable analizar en forma exhaustiva la estructura de los tributos que se aplican al sector. Concluiremos que la presión tributaria que venimos soportando resulta excesiva y que esta situación podría mejorarse con medidas puntuales que descomprimirían la situación sin generar una disminución significativa en la recaudación global del municipio. Espero contar con la ayuda de todos ustedes para el cumplimiento de los objetivos propuestos, les agradezco que me hayan escuchado y le pido a Dios que los ilumine en su tarea por qué de ustedes depende la calidad de vida de nuestros vecinos y el desarrollo de Pinamar. Gracias.