(Colaboración: Paola Ippolito). Claudio es un artista que se las trae, cada una de sus obras tiene un estilo único, pero además la energía que brota de los cuadros es intensa y especial. Dialogamos con él entre detalles finales de su muestra. Las trilogías nos dan esa idea bohemia de continuidad y misterio. Un hilo conductor las define y en este caso los elementos de la naturaleza confluyen para alinear cuerpo, mente y espíritu en una misma obra. ¿Cuál es el hilo conductor de esta muestra ES TRES? - La presencia de la trilogía en el universo y su repercusión en la vida. La idea de una muestra surge de una idea, de una imagen y después trato de plasmarla de darle forma, siempre ligada a una línea de sentimiento de pensar el sentir.  Durante la ejecución, la obra y  yo somos uno.    -  ¿De dónde son los materiales con los que trabajás?                                                                              - De la tierra a la que amo y admiro profundamente y también las que me regalan de todo el mundo  Trabajar la roca no es fácil ni frecuente, ¿Cómo surge tu pasión de trabajar este material? -Hace mas de 15 años mi amigo el Dr. José María Lorenzo (Pepe) me despertó la inquietud viéndolo trabajar con las piedras y el sentido que tenía para él este elemento de la naturaleza, me fui consustanciando con este material tan noble y de a poco fui aprendiendo, refinando la técnica hasta darle mi identidad. Pepe estará siempre en mi corazón, por su generosidad en todo lo que me enseñó, en la vida y en el arte, a querer y valorar las cosas de la tierra… ¿Con qué otro material noble trabajarías de no ser con las rocas? -Con los metales, a los que ya les doy lugar en esta muestra. -¿Te cuesta desprenderte de las obras? -    No, creo que el arte no debe tener sentido de pertenencia, el desapego hace que tu obra sea libre y esté al alcance de todos, lo que sí te pertenece es la creación pero eso está dentro de uno.                                                                                                                                                                                  Su humildad lo diferencia, aunque reconoce ese alimento al ego que significa ser reconocido. Su trabajo con materiales nobles lo acerca a otro concepto de arte, más relacionado con lo primario de los elementos y su ciclo creativo. -¿Qué es el reconocimiento, y qué es el éxito? -El éxito, el objetivo cumplido, la realización. El reconocimiento alimento para el ego, me gusta el éxito, aunque suene raro. Hablamos del presente, indudablemente también hablamos de cuestiones pendientes, y muy convencido nos dijo que los suyos son “…todo por hacer…todo por crear…” lo cual alimenta la certeza de que habrá arte y rocas para mucho tiempo, apenas está terminando con la Trilogía y ya está bocetando “Miradas”, su próximo proyecto.     Memoria de la vida (texto de Paola Ippolito) a través del arte en las rocas de Claudio Rivas El universo, proveedor perfecto de materia, alineado en su eje, nos ofrece el fuego de un volcán despierto, las rocas engendradas en tiempos ancestrales. Sagrada trilogía que multiplica las lágrimas del viento, que borda la memoria en cada canto alisado por el agua. El mineral es absoluto y noble, desprende sus escamas como si fuesen pieles que transmutan. Evoca el silencio de muros, de puentes y escaleras, de una civilización mística y secreta que nos deja trozos de la historia para descubrir la vida entre las piedras.