“Un simple brochazo de caracteres típicos y de color local” En los años ’70, cuando la literatura realista y el gusto por la representación mimética no ocupaban el centro de la atención entre escritores y lectores, Roger Pla extremó la apuesta por apresar “los elementos de lo real” fusionándolos con elementos fantásticos. Tal el caso de Intemperie, escrita entre 1966 y 1969. En ella presenta varias circunstancias, estilos, tiempos, géneros y registros, integrados por una magistral voz narrativa y el trasfondo de angustia existencial, entretejiéndose a la vez con el resto de su obra ficcional. Como ocurre con el personaje Venancio Acuña, según los rumores en la villa donde vive, es el primo del célebre “Púa”, alias de Miguel Acuña, protagonista de Paño verde, la tercera novela de Pla. La trama de Paño verde, ambientada en la década del 40, se centra en el ámbito urbano y construye paralelismos con el sueño de un interior bucólico y la polaridad entre el centro y la periferia de la ciudad. Sus personajes, moviéndose de uno a otro lugar, mudan las actividades según correspondan a cada espacio. En la periferia está el barrio, la gente conocida, la vivienda donde se guardan los secretos, el bar y el juego de billar que destaca a Miguel. En el centro, la vida artificial, la posibilidad de salir a comer a restaurantes lujosos, vestuario y hoteles apropiados a otro nivel social, el delito, el engaño y la traición. En el interior se deposita la esperanza de una vida tranquila, sincera y despreocupada. “No me mueve el afán de contar ninguna historia", dice el autor, sin embargo, las historias de estos personajes hablan por sí mismas, se desprenden de ellas pinturas y tipos sociales que funcionan como una anticipación de los tiempos que corren, “Creo necesario advertir al lector que los personajes y los hechos en esta novela son, en el fondo, absolutamente verídicos. Es claro que no me he dedicado a relatarlos, pues mi objeto fue reconstruirlos imaginativamente, al menos en las partes más esenciales que, en su tiempo, los compusieron - personajes, situaciones, trasfondos sicológicos -, todo ello con el muy limitado y modesto propósito - quisiera dejar esto claramente asentado - de intentar tan sólo un simple brochazo de caracteres típicos y de color local”, dice el autor en el “Prólogo-Epílogo”. Seres marginales, inadaptados, oscuros y apasionados, “resentidos y enérgicos fanáticos, Miguel, Galíndez, Américo, Alma y la Chola, ansían amores, lugares y vidas que no tienen, la venganza de antiguas injusticias y una extraña idea del bien y el deber, luchan tironeados por su propia escisión entre lo que fueron y lo que son, “Creo que en la mente perturbada y sin embargo extrañamente lúcida de Acuña, germinaba un tipo especial de delincuente que es esencialmente nuestro”. Del cruce entre el tiempo modificando al espacio y su inapelable marcha, surgen estos seres que exponen que nada ni nadie es, definitiva o solamente, lo que representa o se ve a simple vista, “Los motivos de rencor, de venganza personal - el asesinato del padre de Acuña, por ejemplo -, no son más que factores subsidiarios, en todo caso desencadenantes, pero no esenciales”, en estos personajes, “lo esencial parece ser esta obstinada negativa a aceptar un cambio histórico y por lo tanto inapelable”. Todos coquetean con el delito y esconden algo, descubrirlo, saber, puede implicar la muerte, detrás de ellos está ese pasado que no puede volver, a la vez, ellos y el pasado hicieron el presente, son su base, lo explican. “Es el destino” dirá el dueño del bar, que si bien mira a Acuña con su traje nuevo (apropiado para la vida en el “centro” pero no para ese barrio o el billar), resume lo trágico e irrevocable del proceso. Pla, igual que Roberto Arlt, vivió de su trabajo como escritor y periodista, con seudónimo hizo libros de autoayuda y guiones para historietas. La figura de Pla se opacó hasta convertirse en un autor “de culto”, circulando su obra, casi en exclusividad, por lugares especializados. Hoy tenemos la opción de acceder a “Paño verde”: la Biblioteca Popular Manuel Belgrano acaba de incorporar esta novela a su catálogo. No dejen de leerla. (Fuente: contratapa “Paño verde”, Ediciones del Dock, 2007)