El fallecimiento de Mariana Horowitz causó una gran conmoción en Villa Gesell. La reconocida atleta había superado los 40 años de edad y estaba en la cúspide de su carrera, con logros que se sucedían en cada prueba, y las noticias la encontraban en los medios de comunicación alzando copas en cada duatlón o triatlón que se proponía afrontar, sin límites, incluso alcanzando un Ironman en Concordia, con debut y victoria. A fines de 2013 fue galardonada con el premio “Araucaria de oro”, reconocida por la dirección de deportes de Villa Gesell como la mejor del año, y planificó un 2014 cargado de pruebas que desde el verano comenzó a superar, alzándose con la victoria en la mayoría de las competencias. Sin embargo encontró un trágico final en el mediodía del 28 de mayo de 2014. Tras regresar de Chile, adonde viajó en busca de una bicicleta que esté a la altura de su nivel deportivo, fue a buscar a su hijo de 5 años a Mar del Plata, donde había quedado al resguardo de su padre, Ariel Ito, un guardavidas de 47. Al llegar al departamento de su ex pareja, Horowitz lo encontró solo. Allí, de acuerdo a testigos, se generó una breve discusión, y luego Ito comenzó a disparar. Tras las primeras detonaciones, Horowitz logró correr hacia el exterior del edificio, sin embargo Ito fue detrás y continuó disparando. En total fueron cinco impactos que terminaron con la vida de una mujer que fue reconocida, no solo por sus logros deportivos, sino por su amistad y compañerismo con sus pares, por su alegría y dedicación. Días más tarde, Ito fue encontrado en Jujuy, hacia donde se había fugado. El asesino quedó en manos de la justicia, aunque el aberrante crimen ya estaba cometido. Los hechos de violencia de Ito hacia su ex pareja habían ocurrido reiteradamente, y una vez más la prevención falló.