30/08/2015 -
Madariaguenses en el exterior

Santiago, llamada también Santiago de Chile, es la capital de Chile. Es el principal núcleo urbano del país y su área metropolitana se conoce con el nombre de Gran Santiago. Es también la capital de la Región Metropolitana de Santiago. La ciudad alberga los principales organismos administrativos, comerciales, culturales, financieros y gubernamentales del país y, además, es sede de la CEPAL. Es allí donde Eugenia Olavarría vive desde hace veintiún años.


Hoy: Eugenia Olavarría en Santiago de Chile La ida “Nos vinimos a Chile en el año 94, viajamos de vacaciones, junto con mi maridoy nuestro primer hijo Santi, que tenía apenas 6 meses. Estando acásurgió una oportunidad de radicarnos que era atractiva y no lo pensamos…Nos organizamos, volvimos a buscar algunas de las pocas cosas que teníamos, le avisamos a la familia y nos dejamos llevar por la aventura, con todo el ímpetu de la juventud y con todas las ganas de empezar,¿por qué no en Chile?”. Su vida allá “Las cosas no resultaron fáciles para mí, al comienzo solo tuve trabajos esporádicos, finalmente me contrató una empresa especialista en soluciones de impresión, lo quefue muy importante para mi desarrollo ya que me impulsó adedicarme a los servicios informáticos en general, actividad en la que estoy hace más de diecisiete años, con el rol de Preventa. En este momentotrabajo en SONDA, una empresa chilena que tiene presencia en diez países de Latinoamérica, lo que me ha permitido relacionarme con muchos colegas de Perú, México, Colombia, Brasil, Ecuador, en variosproyectos regionales. Esta aventurame ha brindadomuchísimas experiencias, hemos conocido lugares y personas muy especiales, a las que queremos muchísimo,nuestro segundo hijo Diego nació en Chile. Siempre viajamos mucho hacia el sur, hasta la séptima y octava región de la Araucanía, también hacia el norte, por la Segunda y Cuarta Región, pero todavía nos falta “harto” por conocer. Hace poco me uní a un grupo de trekking,así que de apoco, pasito a pasito, estoy conociendo pequeños pliegues de la Cordillera. El pueblo chileno es esforzado, muy trabajador, y a pesar que vive expuesto permanentemente a desastres,poseen una tremenda fortaleza, rápidamente son capaces de organizarse, ayudarse y por supuesto volver a levantarse, admiro mucho esto de ellos. Pero pienso que tienen una gran deuda con la Educación Pública, hay mucho por hacer en este tema. Lo que más me impacto de vivir en Chile fue sin lugar a dudas el terremoto del 2010, tuve la experiencia de vivirlo en una Quinta cercana a Santiago, en el patio ya que salimos todos alarmados, porque “la cosa no paraba…”, quedando sentada en la tierra, porque no fui capaz de mantenerme en pie, sacudiéndome y sintiendo la fuerza de la naturaleza subiendo por mi columna, también podíamos ver con la luz de la luna, el movimiento de la casona como si fuera una gelatina y cómo salían olas gigantes de la piscina, desbordándose hasta la mitad. Quedé realmente muy impresionada, no puedo decir que me asusté, quizá porque estábamos todos juntos y no hubo nada que lamentar, pero pude contemplar y percibir su magnitud, consciente que somos insignificantes ante estas fuerzas, pero sí con mucha adrenalina.Algunos me preguntan cómo puedo vivir en un lugar que posee una falla de 1000 km, prefiero estar en Chile cuando venga un terremoto, sé que está preparado”. También agrega: “me dolió ver perder a la Selección Argentina en el mundial y mucho más en la Copa América.El amor por la camiseta… estés donde estés, no se puede cambiar, es más fuerte… ¡¡¡Vamos Argentina…!!!”. Chile contado por ella Ella describe su país de residencia de la siguiente manera: “Chile es un país angosto y muy largo, esto determina que posea diversos climas y paisajes. En el norte se encuentra el desierto más seco del mundo, el valle de la luna o de la muerte en Atacama, con salares y geiser que son un espectáculo maravilloso, también la fauna y la flora, en particular cuando cae un poquito de lluvia, convirtiéndose en un momento singular, ya que todo florece con un colorido impresionante. Todavía no he tenido la fortuna de contemplarlo. Otra particularidad del norte de Chile es que posee 360 días sin nubes, lo que lo hace especial para la observación de los cielos nocturnos, ideal para la astronomía, esto ha contribuido a que los principales observatorios del mundo hayan preferido esta zona para instalar gigantescos telescopios.Este clima también es propicio para la producción de frutos, como las papayas y las paltas. En la zona central tienes la cordillera de los Andes a una hora aproximadamente de cualquier ciudad importante y, a la misma distancia, hacia el oeste el océano pacifico, con kilómetros de costas, un gran privilegio. Para el Sur, tienes imponentes volcanes que cada cierto tiempo explotan, llenos de piedras y cenizas, que han llegado a dar la vuelta al mundo, incluso hasta Madariaga, contribuyendo a formar paisajes preciosos con lagos y ríos increíbles y el mar siempre cercano, un aporte para la gastronomía: los maricos y pescados en Chile son exquisitos e incomparables. Con estas importantes barreras naturales, La cordillera y el pacifico, han sucedido pequeños milagros, comoel hallazgo de una cepa de vinos, cuya variedadseextinguió en el resto del mundo, debido a unaplaga de filoxera, estoy hablando del Carmenère. Hace quince años fue re-descubierta por unos enólogos franceses, sorprendidos de que en esta zona aislada se haya perpetuado esta variedad,la producían erróneamente como Merlot, hoy es la variedad que más se identifica con el país, ya que es una cepa única, que les recomiendo, tiene un sabor muy particular ideal para acompañar pastas, polenta, guisos con hongos o carne de cordero”. Su regreso Consultada sobre si piensa regresar, expresa: “A pesar que Chile es un hermoso país al que le tengo un inmenso cariño, uno extraña la patria siempre, sobre todo a la familia, poder tener esa cercanía del día a día que uno se pierde, el hecho de ir visitando amigos y tomando infinidad de mates, las gastadas… todo eso se echa de menos…Un montón. Y por supuesto las milanesas, las pastas los domingos, el locro, los helados, los asados blandos… Siempre que puedo vuelvo al pueblo, allá están mis hermanos, mis sobrinos, muchos amigos, el recuerdo de mis padres…mis raíces, el deseo de volver siempre está, cada vez se hace más difícil, uno se va enredando, enredando…comodice Violeta Parra, quizá, como somos aventureros en un ímpetu de “viejentud”…regresamos”.

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