Poco duró el romance...Pantaleona tendría noticias en nueve meses...y la cosa cambió. Y abandonada quedó la flor. Enterado y compadecido de la situación, Bautista, solicitó autorización a su madre para traerla al puesto, quien consintió el pedido. La armonía parecía haber vuelto, pero a los seis meses, el 15 de octubre, el hermano de Demecio, Ceferino, "se llegó" al puesto de Baustista a reclamar "lo de su hermano..." para nuevamente llevársela. Bautista lo enfrentó, y le dijo que "la Pantaleona" se iría si estaba gustosa de hacerlo, pero en caso contrario se quedaría; la muchacha respondió negativamente y se resistió a volver al puesto con Demecio. Ceferino contestó manoteando el facón, y le tiró un tajo al cuerpo de Bautista, quien corrió en busca del suyo; los dos armados se trabaron en disputa, hasta que Ceferino le acertó una puñalada, dejando a su contrincante fuera de la pelea. Subió a su caballo y en "anca" se llevó a la flor preciada. La investigación se inició el 20 de octubre con la novedad dada por el médico Dr. Santiago Torres, al Juez del Crimen de Dolores: "habiendo reconocido y revisado al herido Bautista hé encontrado una herida con instrumento cortante, facón. Esta herida ha hecho su entrada desde la parte media del esternon siguiendo su trayecto de arriba abajo y de derecho a izquierda, interesando la piel y los músculos grande y pequeño pectoral como seis pulgadas por debajo de la tetilla izquierda. Es de suponer en esta herida, que habiendo encontrado el instrumento un obstáculo para el hueso cambió su dirección como se deja dicho y por eso no há sido mortal...". Al día siguiente, y a causa que el herido no podía montar a caballo, el Sr. Juez lo visita, y le toma declaración; no sin antes de retirarse le preguntó si tenía algún motivo de queja respecto de Pantaleona..."que ahora como hace un mes tubo un disgusto con ella y le dió unos puntapiés...". El 22 de octubre envía pedir informes al Juez de Paz y al Teniente Alcalde solicitando además que le envíen al reo detenido, Ceferino. Ni Ceferino ni el informe llegaron nunca al Juzgado: todo hace presumir que quedó en "un asunto de familia" que no debía intervenir la autorida´... Fué en 1856, una triste historia, la de la flor del Cuartel, "la Pantaleona".