Para la instancia disputada en nuestra ciudad no había tenido tiempo de prepararse como hubiese querido. En contrapartida, en esta oportunidad, se sometió a arduos ensayos y prometió “voy a dar lo mejor de mí”. Participará en la final el 30/9, 1/10 y 2/10. Antes de partir nos contó “en la familia todos me apoyaron, me dieron una mano enorme. Me siento súper agradecida. Soy consciente que es una posibilidad única y es un orgullo ser la única representante de la zona que viaja. Creo que el tren pasa una vez y yo me subí" (dijo mezcla de certeza y picardía). Melany es dueña de una voz encantadora. Su historia, también lo es “durante mi infancia, me contaron mis papas, que cuando escuchaban a john Lennon les pedía que me alzarán para bailar a upa con ellos. En casa siempre se oyó buena música. Yo le sacaba el tutú a mi muñeca y bailaba clásico por ejemplo. En los cumpleaños armaba shows y repartía boletos a mis familiares para que sean mis espectadores“ confesó entre risas. Ya en los inicios de su formación la vida se le alternaba entre la música y la danza “a los ocho años mi abuela decidió pagarme piano, en forma particular y fui también al taller de música con María Estela de Leonardis, profesora del Conservatorio de Banfield. A los 13 dejé la música y me dediqué a la danza árabe. Estudié con Nahir Caram, Saída y Lila Voghera. Eso me dio la posibilidad de bailar con la orquesta de Mario kirlis en Paseo la Plaza, en varias oportunidades. En paralelo estudié la carrera de comedia musical en la Fundación Julio Boca. Ahí conocí a Gabriel Gestal, un Director coral y maestro de canto que me ayudó mucho a descubrirme en la disciplina”. Melany estudió canto lírico en el Conservatorio Julián Aguirre de Banfield, con Norma Mainero y Gerardo Delgado, entre otros. Luego tras la mudanza a Valeria del Mar continuó en la Escuela de Arte de General Madariaga donde actualmente finaliza la carrera de profesorado en educación musical. También se perfecciona en el Conservatorio de Mar del Plata. Entre sus cosechas más destacadas figura haber ganado, en el año 2010, el gran concurso de canto Mabel Valeris, cuyo premio era un show en el Maipo, la grabación de una canción en un Cd y la posibilidad de conocer el estudio de Oscar Mediavilla. También junto a Agustín (al que ella llama coequiper del corazón) y otros amigos, con los que formaron “Durazno de Diamante” ganaron el concurso que se hace en “The Cavern”, Paseo la Plaza. En referencia a este inolvidable momento nos explicó “con sólo un año de trayectoria ganamos el primer puesto con mención especial, los chicos resultaron elegidos mejores músicos y a mí me escogieron como mejor vocalista, entre 50 bandas de todo el país” Las cosas que suceden en la vida no tienen nada de casualidad. Siempre hay un largo recorrido de aprendizaje, frustraciones, experiencias, y después de tantos altos y bajos aparece el punto de inflexión. Como dijo Cerati alguna vez… “al final hay recompensa”.