Consultada por El Mensajero, contó que “soy maestra hace 12 años. Estudié educación primaria en nuestra ciudad y me recibí en el Instituto Superior de Formación Docente N°59, en el año 2004. Comencé a trabajar en Pinamar en el 2005 siendo maestra de primer grado durante 6 años y el destino siempre me puso un alumno con “capacidades diferentes” en los grupos de alumnos. Atendí niños con distintas condiciones sin “ser” maestra especializada aún en educación especial (autistas, síndrome de down, asperger y niños con diversas problemáticas)”.
“Estos desafíos me llevaron a estudiar en Mar del Plata la carrera de profesora especializada en educación intelectual, en el instituto superior de formación docente “Pinos de Anchorena”, recibiendo mi título en el año 2008”.
Y agregó: “De manera inmediata comencé a trabajar en escuela especial titularizando en el 2011 mi primer cargo y 2014 el segundo cargo, renunciando de manera definitiva a la rama de primaria, ya que hasta entonces me desempeñaba en las dos ramas. A la mañana trabajaba en escuela especial y a la tarde en primer grado en escuela n°1 de nuestra ciudad”.
“Siempre sentí mucha curiosidad por el trabajo con niños especiales y me vi como un recurso de ayuda para ellos y sus familias. Sin dudas disfruto mucho mi trabajo”.
“Actualmente trabajo, por la mañana, como maestra de grupo de niños con “discapacidad intelectual” en sede y a la tarde como “maestra integradora” en distintas escuelas de mi ciudad”.
Refiriéndose puntualmente a la beca obtenida, contó que: “hoy me encuentro viviendo esta “aventura educativa” como le llamo yo. Comenzó en el mes de abril, a partir de la invitación abierta a los docentes, que llegó a la escuela por parte del Ministerio de Educación y la Comisión Fulbright”.
“Me anoté a través de una pagina, presentando mi curriculum profesional y proyectos innovadores, el mio: “inclusión educativa y social de niños y adolescentes con capacidades diferentes”.
“Participé junto a 5250 docentes, de nuestra región la única, y salí beneficiada con una beca de estudio, con todo pago en la ciudad de San Francisco, California, en Estados Unidos, entre el 1 y el 22 de octubre. La beca es en la universidad de San Francisco donde participaré de clases intensivas: 40 horas de teórico y 60 horas de trabajo de campo. Visita a escuelas con intervención pedagógica”.
“Es una experiencia maravillosa, que jamás imaginé vivenciar. Sobre todo cuando me permito pasear por las distintas etapas de mi vida. Fue difícil lograr un título entre tanta odisea. Mis primeros pasos como alumna los di en la escuela n°15 del barrio Belgrano. Allí hice mi 1er y 2do grado con una docente que marcó mucho mi vida, la señorita Margarita de Rosa de Jaunzaras, una segunda mamá que me enseñó y supo contener, ya que a mi inicio de primer grado yo había quedado huérfana de mamá, lo que significaba una gran tristeza y llantos que contenía”.
“Mi infancia fue con muchos altibajos. Fui separada de mis hermanos y me criaron diferentes personas hasta mi adolescencia, cuando comencé a trabajar y mantenerme por mí sola”.
“Cursé mis estudios secundarios en horario nocturno en la escuela media n° 1 de nuestra ciudad, luego de ser mamá a los 19 años y desde entonces no paré de estudiar. Me capacito cada año para intentar ser mejor que “ayer”. No busco laureles con mi trabajo, solo quiero ser un “ejemplo” para quienes la vida no le da las mejores cartas para jugar. Que los chicos y jóvenes comprendan que con esfuerzo, esmero, dedicación se pueden alcanzar los sueños. El estudio siempre nos lleva a recorrer buenos caminos y a alcanzar grandes metas”.