El papa Francisco murió este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta, según anunció el Vaticano a través de un videomensaje difundido por el cardenal Kevin Joseph Farrel. El pontífice argentino tenía 88 años y atravesaba un delicado estado de salud que lo había mantenido internado en varias ocasiones en el último tiempo.
Ante la noticia, el párroco de la Iglesia de General Madariaga, Daniel Climente, compartió unas sentidas palabras sobre el legado del Santo Padre. “Nos sorprendió la muerte del Papa Francisco, esperada ya porque venía, así como en su peregrinar, llegando hacia el final. Como todo se ha cumplido, pienso en las palabras de Jesús en la cruz”, expresó.
Climente recordó que el Papa había dado su bendición pascual el domingo, “así en su debilidad, y también hizo que lo pasearan entre la gente, sobre todo entre los últimos. Se fue hasta el fondo, y hoy nos enteramos de su Pascua”, dijo. “Estamos en la semana de Pascua, y empezamos el lunes de Pascua, que es tan lindo, tan importante para empezar de nuevo. Es como que nos deja un legado para volver a empezar, reseteando, animándonos a vivir todo eso que él pudo transmitirnos”.
En su reflexión, el sacerdote destacó algunos de los pilares del pontificado de Francisco: “El amor a los frágiles, a los débiles, el amor a la creación, el cuidado de nuestra casa común, su mensaje ecológico, su mensaje de fraternidad, de encuentros, de diálogo. Buscó por todas las maneras posibles que se pudiera lograr la paz”.
También subrayó la constante luz de esperanza que transmitía: “Siempre su mensaje fue luz en medio de tanta oscuridad. Su tesón, su querer ir y provocar también con sus palabras, para que pudiéramos iluminar con el Evangelio. Y sobre todo, me parece que lo define la palabra ‘misericordia’”.
“El Papa Francisco nos mostró la misericordia como compasión entre unos y otros, como tratarnos bien, y como la misericordia de Dios: Dios es bueno, Dios perdona, Dios perdona todo, y es para todos”, afirmó Climente, recordando aquella insistencia característica del Papa con los jóvenes: “¡Todos, todos, todos!”.
Y concluyó: “Este es el Papa que ayudó a la Iglesia a renovarse y al mundo herido, lo ayudó a encontrar el camino de la paz”.