Una joven de 23 años logró escapar del domicilio donde, según su denuncia, fue retenida por su pareja durante dos semanas, sufriendo agresiones físicas, abuso sexual y siendo forzada a consumir estupefacientes en Pinamar. Los hechos habrían ocurrido en una vivienda ubicada entre las calles Misiones y Mons.

La mujer relató que la situación escaló tras una discusión por dinero. Su conviviente, un hombre de 26 años con quien llevaba un mes de relación, le exigió el pago de una suma y, al no obtenerla, la agredió físicamente, le rompió la campera y la amenazó con mandar a otra persona a lastimarla.

Detalles de la privación de libertad

Durante su encierro, la denunciante afirmó que el hombre quemó toda su ropa para impedirle salir. También la habría obligado a mantener relaciones sexuales y a consumir 'crack' en reiteradas oportunidades, pese a su rechazo. Al momento de la denuncia, presentaba moretones visibles en el brazo, el cuello y el pecho.

El patrón de dominio y la huida

La víctima describió un control obsesivo por parte del agresor, quien revisaba su teléfono celular constantemente y solo le permitía usarlo para comunicarse con familiares. La pantalla del dispositivo había sido destrozada una semana antes, cuando el hombre lo arrojó al piso en un arranque de furia.

Su escape se produjo cuando el agresor se distrajo al atender una llamada telefónica, momento que aprovechó para huir de la casa. La mujer manifestó un profundo temor por su seguridad y por la de su hijo de siete años, quien reside con su abuela.

Acción judicial

Ante la gravedad de los hechos, la joven solicitó una medida judicial de restricción de acercamiento contra su expareja. La investigación está a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción Descentralizada (UFID) N°4 de Pinamar, a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón, y fue caratulada como 'Lesiones Leves, Amenazas y Privación Ilegal de la Libertad por el Vínculo'.