Daniel Filmus, exministro nacional de Educación, Ciencia y Tecnología, presentó este jueves su libro 'Del péndulo al precipicio' en el Centro Cultural Sarasa de General Madariaga, ante un auditorio compuesto mayoritariamente por docentes de la región. El encuentro, organizado por estudiantes del Profesorado de Historia del Instituto Superior de Formación Docente Nº 169, incluyó una extensa ronda de preguntas que permitió un rico intercambio sobre los desafíos actuales de la educación.

Aunque el exfuncionario evitó referirse específicamente a las políticas del actual gobierno nacional, sí defendió los valores de la Ley de Educación Nacional sancionada en 2006, durante su gestión al frente de la cartera educativa. En sus redes sociales, Filmus agradeció posteriormente el 'cálido recibimiento' y destacó que compartió 'algunas ideas sobre las políticas pendulares en ciencia, tecnología y universidades a lo largo de los 40 años de democracia'.

Diálogo con la prensa

Al ser consultado por EL MENSAJERO sobre la propuesta central de su libro, Daniel Filmus fue claro: 'Analizamos qué se necesita para lograr un país soberano, con desarrollo y mejor calidad de vida. La clave está en que los gobiernos apoyen consistentemente a la ciencia, la tecnología y la universidad'. El exministro identificó un patrón en las últimas cuatro décadas: 'Desde 1983 hasta hoy, hemos vivido un péndulo: algunos gobiernos apoyaron el sistema educativo y científico, otros no. Esta falta de continuidad perjudica el crecimiento del país. Lo que se necesitan son políticas de Estado a largo plazo'.

Al dirigirse específicamente a los docentes de la región, Daniel Filmus reconoció: 'Ustedes son fundamentales para el futuro del país. Estamos atravesando un momento complejo: las condiciones laborales son difíciles y los estudiantes llegan a las aulas con múltiples carencias'. Sin embargo, hizo un llamado a la perseverancia: 'Debemos seguir luchando, trabajar con pasión y compromiso. Buena parte del futuro argentino depende del éxito de nuestra tarea educativa. Hoy más que nunca, el papel del docente es insustituible'.

El debate con los asistentes

El intercambio con el público, compuesto principalmente por educadores, generó un análisis profundo sobre los desafíos contemporáneos. Al abordar la integración tecnológica en las aulas, Daniel Filmus planteó: 'Las nuevas tecnologías, correctamente aplicadas, permitirían personalizar la enseñanza. Con estudiantes equipados con computadoras, podríamos atender las dificultades específicas de cada grupo mientras los demás avanzan según sus capacidades'. No obstante, reconoció la cruda realidad socioeconómica: 'La pandemia evidenció que la mayoría de los niños carecía de dispositivos. La pregunta crucial es: ¿qué nivel de igualdad básica necesitamos para que la escuela pueda cumplir su función igualadora?'.

Frente al testimonio de una docente sobre la creciente demanda de roles asistenciales, el exministro analizó: 'Hoy el docente debe incluir lo que la sociedad excluye. El estudiante percibe esta contradicción y cuestiona la autoridad del maestro'. Y agregó: 'Hemos cargado a la escuela con responsabilidades que exceden su función educativa central'.

Sobre el ejercicio de la autoridad pedagógica en la era digital, Filmus reflexionó: 'La autoridad legítima emana del conocimiento, del saber, no de la norma. Cuando los estudiantes dudan sistemáticamente del saber docente, estamos ante una crisis que debemos abordar reconstruyendo esa confianza'.

Un cierre optimista

En el tramo final del encuentro, Daniel Filmus convocó a los educadores a mantener la pasión y el optimismo: 'Nosotros educamos a todo el mundo que no sabemos cómo va a ser. Ustedes están apasionados, hacen con gusto y eso no lo reemplaza nadie. La satisfacción... hay días que sentís que tenés el traje de Superman y hay días que te querés matar. Sin embargo, sólo podemos seguir siendo docentes si persistimos en el optimismo'.

Y concluyó con una reflexión que resonó entre los asistentes: 'Sabater dice que alguien que es pesimista puede ser adiestrador, no puede ser un maestro. Para ser maestro hace falta ser optimista. Si estamos a esta hora, un jueves, mañana es feriado, está lloviendo y estamos acá, habrá que ser optimistas'.