El Tribunal Oral en lo Criminal 2 Departamental dictó una condena firme por narcotráfico luego de un juicio abreviado que reveló el uso crucial del análisis de comunicaciones digitales para desmontar la defensa del imputado. El Dr. Juan Martín Enzagaray, actuando como juez unipersonal, sentenció a cuatro años de prisión a un vecino de Villa Gesell, identificado por sus iniciales L.N.P., de 25 años, por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El caso, según informó Diario Compromiso de Dolores, se originó en la madrugada del 20 de febrero de 2025, cuando efectivos del Grupo de Prevención Motorizado (GPM), en el marco del Operativo Sol, observaron una moto Honda CG 150 cc en la que viajaban dos personas, siendo que el acompañante no llevaba casco. Al intentar detenerlos, el conductor emprendió la fuga. Tras un breve recorrido, el acompañante bajó y el motociclista continuó huyendo a pie hasta ser interceptado.
Durante el procedimiento, los oficiales incautaron un morral que contenía 50.7 gramos de cocaína divididos en 17 envoltorios de papel, una balanza de precisión, un teléfono celular y la suma de $72.840.
En su declaración, el imputado negó dedicarse a la venta de drogas y sostuvo que la evidencia había sido 'plantada' por el personal policial que lo detuvo.
Sin embargo, la fiscalía presentó un análisis telefónico forense que resultó determinante para el fallo. Este reveló varias transcripciones y audios en los que L.N.P. ofrecía cocaína a un precio de $30.000 el gramo, así como constancias de transferencias de dinero. El juez destacó en su resolución una conversación particularmente relevante con un contacto bajo el alias 'Cris', donde se pactaba un encuentro minutos antes de la interceptación policial.
'El análisis telefónico es crucial para desestimar la defensa de que la policía le plantó la evidencia y su negativa a ser consumidor', puntualizó el magistrado en los fundamentos. 'Si bien el imputado tiene derecho a no declarar contra sí mismo, las comunicaciones demuestran una conducta sostenida de fines de comercialización y planificación de entrega inminente, lo cual hace inverosímil su alegato de que el material fue colocado por el personal policial'.
La sentencia no solo impuso la pena de prisión, sino que también ordenó el pago de una multa, el decomiso y la transferencia a favor del Estado de la balanza, el teléfono celular y el dinero incautado. El condenado se encuentra actualmente alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 37 de Barker.
